La humedad es una de las principales razones del deterioro de la pintura de paredes, tanto en interiores como en exteriores. Prácticamente no hay pintura que la resista, por lo que es mejor detener el avance de la humedad para mantener las superficies en buenas condiciones.
Pero eliminar la humedad es un problema difícil de resolver. La misma puede proceder de tuberías con pérdidas de agua, condensación, filtración del exterior o desde los cimientos. En cada caso existen soluciones varias que eliminan o palían sus efectos, es importante antes de tomar acción sobre el problema, identificar cual es el causante del mismo:

• Humedad por roturas en tuberías: En el caso de que la humedad sea producida por alguna tubería o caño en malas condiciones que esté provocando perdida, solo basta localizar y reparar el inconveniente, con lo que la humedad desaparecería paulatinamente. Al cabo de un par de meses la pared estará en condiciones de ser revocada y pintada nuevamente.
• Humedad proveniente del exterior: En el caso de que la pared linde a exteriores donde se encuentre en constante contacto con el agua, como por ejemplo un jardín, una canaleta o abundantes lluvias, se recomienda impermeabilizarla con algún tipo de membrana o pintura bituminosa para evitar el paso del agua que humedezca la pared.
• Humedad por condensación: La diferencia de temperatura entre el interior y el exterior de una vivienda, sumado a la humedad ambiental provocan que la misma agua en estado de gas se adhiera a las paredes y las mantenga constantemente húmedas, provocando el crecimiento de hongos y el deterioro de la pintura. La correcta ventilación del ambiente es una de las soluciones.
• Humedad en cimientos y paredes: El caso más común es la humedad que proviene desde la tierra, penetra los cimientos y florece a los pocos centímetros del suelo deteriorando no solo la pintura, sino también las capas de revoque o yeso inferiores. Existen dos posibilidades para eliminar o atenuar el efecto que provoca la humedad. Una es impermeabilizar la pared con tratamientos de inyección de productos, o la colocación de placas anti-humedad.

Cada uno de estos temas será ampliado en artículos posteriores, describiendo las causas que provocan humedad, como detectarlas y los tratamientos aplicados en cada caso.
Las manchas que usualmente se producen en las paredes o techos a causa de problemas de humedad del ambiente, o de alguna otra fuente temporal pueden eliminarse fácilmente. Si la humedad persiste y es causa de un defecto en la construcción, cañerías de agua rotas o filtraciones, deben ser tratadas y eliminadas antes de hacer estos tratamientos, de lo contrario no tienen ningún sentido.
Podemos encontrar principalmente, manchas de moho y manchas amarillentas de humedad. Posteriormente a la aplicación de la pintura volverán a emerger si utilizamos una pintura plástica al agua o látex.

Como quitar manchas de moho

Entonces, para eliminar el moho lo hacemos con agua lavandina o lejía diluida a razón de 1 por 10 partes de agua. Repasamos con un trapo húmedo hasta aclarar y enjuagamos con agua. Una vez seco puede procederse al pintado de la pared. Recuerda tener cuidado con el moho, más si los retira en seco, intenta no aspirarlo ya que los hongos suelen ser perjudiciales para la salud.

Quitar manchas de humedad

Las manchas amarillentas generalmente están penetradas en la pared, así como las más rebeldes manchas de moho, y no podrán ser retiradas con un paño húmedo. Un truco es pintar con fondo sintético, diluido en un 10 % aproximadamente con aguarrás, con una brocha una por una las manchas y repasar para que no queden rayones. Una vez que seque, al cabo de unas horas, se puede pintar con pintura plástica al agua. Otra recomendable práctica sería aplicar una o dos manos de fijador al disolvente o fijador al aguarrás.
Las manchas no pueden atravesar una pintura al aceite, y al ser blanca y de acabado mate es ideal para aplicar cualquier otro tipo sobre ella. Puedes utilizar pintura plástica anti hongo para evitar que vuelvan a surgir.